"La valija de Lionel", el cuento de migración y ternura que emocionó a Messi

Concepción M. Moreno

Concepción M. Moreno

Buenos Aires, 23 dic (EFE).- Lionel Messi es humano y llora. En las últimas horas, no dudó en hacer pública su emoción por un cuento del escritor argentino Hernán Casciari, amante del fútbol y que ya le había dedicado en 2016 su relato "Messi es un perro". La nostalgia del migrante, las raíces que no se olvidan y la ternura quedaron en un escrito que se difundió tanto como la reacción del astro.

"Nos pusimos a llorar los dos, porque era algo muy cierto todo lo que cuenta, muy emotivo", fue una de las frases del '10' de la Albiceleste en un mensaje de voz enviado al locutor Andy Kusnetzoff, tras el cuento relatado en su programa de la emisora Urbana Play por el creador de la revista y proyecto colaborativo Orsai (forma rioplatense para decir fuera de juego, por 'offside').

"La valija de Lionel" es un relato que aparecerá en febrero en dicha publicación, según explicó Casciari, quien quiso reflejar en su escrito la alegría que el exjugador del F.C. Barcelona generó a todos los argentinos que vivían en España, como al propio escritor le sucedió durante 15 años.

No obstante, tras el triunfo de la Albiceleste en el Mundial de Qatar 2022, Casciari decidió adelantar una parte del relato en la radio y lo hizo con su delicada y tierna manera de narrar que, más allá del contenido, emocionó a buena parte del público.

EL CUENTO

"Es dificilísimo explicar cuánto nos alegró la vida a quienes vivíamos lejos; cómo nos sacó del hastío de una sociedad monótona; de qué manera nos ayudó a no perder la brújula un nene chiquito, que no hablaba", explicó el escritor, quien llegó a Barcelona en 2000, igual que Messi.

En aquel momento, los emigrantes argentinos, dijo, "se repetían dos preguntas: una era cómo hacer dulce de leche con una lata de leche condensada y la otra a qué hora jugaba el chico rosarino de 15 años que hacía goles en todos los partidos".

Según detalló, la televisión pública catalana (TV3) emitía los partidos de las categorías inferiores del Barcelona y el 'rating' matutino de esos sábados "superaba al 'rating' del 'prime time' de la noche".

"Mucha gente empezaba a hablar de este nene, 'aquest nen' (en catalán); en las peluquerías, en los bares, en las tribunas del Camp Nou (...) El único que no hablaba era él", continuó el escritor, quien agregó: "Los argentinos emigrados hubiéramos preferido a un charlatán. Pero había algo bueno: cuando por fin hilvanaba una frase más o menos larga se comía todas las eses y decía 'ful' en lugar de 'falta' y decía 'gambeta' en lugar de 'regate'".

Para Casciari, aquello era un símbolo de que ese chico era "de los que tenía la valija sin guardar".

"Era uno de los nuestros", señaló para distinguir que, en aquella Barcelona repleta de emigrantes estaban quienes "guardaban la valija bien lejos" y se adaptaban rápidamente a usos y dichos españoles, y quienes tenían la maleta junto a la puerta y mantenían costumbres como "el mate o el yeísmo".

El escritor convirtió a Messi en el "líder en esa batalla" de los argentinos contra la pérdida del acento por vivir fuera, ya que, además de mantener el suyo, siempre andaba con termo y mate o lucía la bandera albiceleste en cuanto podía.

"De repente, Messi se convirtió en el humano más famoso de Barcelona; pero, igual que nosotros, nunca dejaba de ser un argentino en otra parte", comentó Casciari, quien resaltó: "Todo lo que hacía era un guiño para nosotros".

En el relato recordó las críticas recibidas desde Argentina hacia Messi, que jamás pasó una Navidad lejos de su Rosario natal, pero al que se acusaba de ser "mercenario" o "pechofrío", y la alegría al ver cómo "cerró las bocas de sus detractores" con los tres títulos logrados con la selección: Copa América, Finalissima y Mundial.

"Todos disfrutamos ver a Messi volver a su casa con la Copa del Mundo en su valija sin guardar, porque nunca guardó su valija. Esta historia épica no hubiera ocurrido nunca si el Leonel de 15 años hubiera escondido su valija en el ropero", concluyó.

LA REACCIÓN

La viralización de este relato llegó cuando la esposa de Messi, Antonela Roccuzzo, lo comentó y compartió, después de lo cual el propio Leo envió su mensaje a la emisora.

"Estaba acá, nos levantamos con Anto, estábamos tomando mate, me puse a mirar un poquito Tik Tok", comenzó el mensaje del mejor jugador del Mundial, quien agregó que ella le había mostrado "lo que (Casciari) escribió, lo que contó, cómo lo contó, fue impresionante" y confesó que se emocionaron y lloraron.

Todos los presentes en el estudio, incrédulos, se emocionaron hasta las lágrimas con el audio de ese chico que "no hablaba". EFE

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